INSTROSPECCIÓN
- Carlos Alfredo

- 9 oct 2023
- 1 Min. de lectura
Actualizado: 13 jul

El tiempo, cobarde y señor,
doblega hasta el acero más fuerte del segundo corazón,
Los hebdomas pasados disfrutaba el chico,
de la vida; sin preocupaciones,
como si la vida fuera un regalo.
Hoy siete días más tarde,
sentado está, sobre el banquillo de algún lugar,
mirando sin ver, la arena del reloj caerse.
- Han pasado tantos años desde que he venido a este mundo, presumiendo en un pañal, mi madre cientos de veces, el impaciente y enano temperamento, habría calmado;
- hoy, la arena cayendo;
- hasta mi segundo corazón fallando;
- he de aprender a calmarme para sereno y herido, las grotescas miradas del destino, ignorar,
- casa dentro, casa afuera.
Observando el rugir de los ¨roosevelt- icos¨ coches
y de fondo, el irremplazable palpitar de la línea 7,
pienso una vez más.
¡¡DIOS NO ME DEJES SOLO, NUNCA!!



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